miércoles, 27 de agosto de 2014

El día que los crayones renunciaron


Un día Duncan recibe un montón de cartas de sus crayones y al parecer, no están nada contentos. Ahora sí, es momento de que expresen todas sus quejas.

Cada carta es más divertida que la anterior, obviamente no para los pobres crayones, que de verdad están molestos con su dueño por la forma en la que los hace trabajar. Entre los reclamos figuran el uso excesivo y la falta de él. Cada color tiene un problema diferente, así que Duncan encuentra una forma muy creativa de resolverlo.

A mis sobrinos de 5 y 3 años les encantó, se divirtieron mucho con cada carta, yo creo que fue porque ellos usan sus crayones de la misma forma.

El texto es diferente, sencillo, fresco y muy claro. En cuanto a las ilustraciones tengo sentimientos encontrados, me gustaron porque soy fan de Oliver Jeffers y todo lo que él hace me gusta. Sin embargo, muchas ilustraciones de verdad parecen hechas por niños. Tal vez ese sea su mérito, lograr imitar los trazos. Lo intentaré y les diré si es fácil o difícil.

Sin duda es uno de esos libros que no pueden faltar en la biblioteca de los niños. Se lo regalaría a todo el mundo. Me encantó.

El día que los crayones renunciaron, escrito por Drew Daywalt e ilustrado por Oliver Jeffers, Fondo de Cultura Económica.

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